RECORDANDO CON IRA

Título original: "Look back in anger". Autor: John Osborne. Adaptación y dramaturgia: Mauricio Kartun. Intérpretes: Esteban Meloni (Jimmy); Romina Gaetani (Allison); Andrea Bonelli (Helena) y Guillermo Arengo (Cliff). Escenografía: Graciela Galán. Iluminación: Jorge Pastorino. Dirección: Mónica Viñao.

Jimmy Porter transcurre sus dias en un sofa, en compañia de su amigo Cliff, intentando modificar un mundo por el cual, en definitiva, nada hace y sometiendo, por otra parte, a su esposa, Allison -quien pareciera permanecer inmutable frente a ello- a un destrato psicológico originado, en apariencia, en las diferencias sociales que separan a ambos. Sus existencias grises son sacudidas con la aparición de Helena, amiga de la mujer y actriz con intenciones libertarias, quien irrumpirá en la casa provocando una crísis en la pareja, que, sin embargo, no traerá consecuencias definitivas. Esta es la historia que John Osborne presentó al público, en 1956, al estrenar "Recordando con  ira", en Londres. Mucho se habló del carácter autobiográfico de la obra, a punto tal que al propio autor se lo incluyó en el grupo de intelectuales a quienes se denominó "jovenes iracundos", en referencia a la juventud de posguerra que vió perder sus ilusiones en el mismo instante en que Inglaterra dejaba de ser un imperio. Justo es reconocer que el tono de crítica social impreso a la obra y las circunstancias históricas en las cuales fue escrita no llegan a la actualidad con la misma intensidad que pudo haber tenido en su época; lo que no significa que no resulte una interesante propuesta en la cartelera teatral porteña. Con adaptación de Mauricio Kartun y la dirección de Mónica Viñao, "Recordando con ira" encuentra en las interpretaciones de sus dos actrices (Romina Gaetani y Andrea Bonelli) los puntales mas altos. Resulta extraño que no suceda lo mismo con el personaje protagónico, siendo Esteban Meloni, uno de los mas promisorios actores de la nueva generación, por cuanto, en este caso, dotó a su Jimmy de un tono de voz excesivamente bajo al comienzo, lo cual -y segun la ubicación en la cual uno se encuentre en la sala- dificulta la audición para pasar a un tono exasperante que pareciera tener mas que ver con el intérprete que con su criatura. Por su parte, Guillermo Arengo resuelve con corrección un rol que no requiere mayores exigencias. Acertadas la escenografía y la iluminación, esta última jugando un papel decisivo en la historia.

Sala Casacuberta del Complejo Municipal General San Martín
Miércoles a sábados: 20 horas. Domingos: 19 horas.
Plateas: $80 (Miércoles -popular- $40)